jueves, 24 de febrero de 2011

No.

Resuellan en este verano improvisado los antiguos ronroneos de las lejanas y acristaladas risas de antaño.
Dejar la muerte ahora y posarme yo sobre las pestañas fatigadas del hastío, dulcemente, sin reproches, significa ocupar ese lugar que nunca sentí mío.
Llegué a Itaca en un tiempo de naufragios y naufragué a pesar de las advertencias de Ulises.
Viviré con ello mientras tanto, no hay refugio,
no hay realidad.
                          
                                      No queda futuro que me pretenda.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Indefensión




¿Qué más da uno que otro, que más da quién haya sido hoy o quién vaya a ser después?, lo triste, además, de la situación de esas personas, es que lo sucedido sucederá y todos lo sabemos, una y otra vez. La pregunta es cuántos serán la próxima vez los que protesten por un hecho así, o por cualquier abuso de poder ejercido, siempre contra el más débil.
Sabemos que en tiempos de elecciones las arañas tejen su tela lenta y concienzudamente sobre sus víctimas de alas soñadoras, y normalmente de gran corazón.
La imagen es lo que cuenta, una imagen vale más que mil palabras, eso dicen, pero…. ¿cuánto tarda una valerosa imagen en convertirse en una vulgar y astuta manipulación para el momento en el que hay algo que ganar?.
En tiempo de elecciones el interesado en la victoria sabe dónde está el jardín de violetas, las violetas quieren creer que será diferente esta vez, y que la antigua araña que desahució al inocente en tiempo de poder ya no volverá, pero sabemos en un fondo muy fondo, ese fondo al que no nos atrevemos invitar a nadie, que los primeros a engañarnos somos nosotros mismos. El problema, la cuestión, es hasta cuándo, hasta cuándo tanta desfachatez y falsedad.
La pregunta es cuántas violetas más serán desahuciadas, serán expropiadas de sueños, recuerdos , ilusiones, futuro, y de toda una vida.
¿O cuándo tendremos que volver a protestar la próxima vez ante un hecho similar?.
¿Cuántas personas callan en el silencio, cuántas voces han silenciado ya, a cuántas personas han logrado sumir en la rabia y la impotencia de que el mundo es así, y en ello me escudo y me valgo para quitarte hasta lo que supones que crees tuyo porque yo soy el poder y la sinrazón del que lo ejerce?.
Sí, a estas personas, como a otras tantas, les han quitado su vivienda, pero no es lo único, también les han quitado el valor de sus recuerdos, el valor de toda una vida, el valor del esfuerzo con el que levantaron su jardín de violetas.
Lo peor, aparte del desahucio, es la impotencia de ellos, los afectados, la incertidumbre y la indignación tanto de ellos como de todos los presentes
que se manifiestan en contra de toda esta tropelía.
A una voz no la quiebra la injusticia, lo que quiebra a una voz es la impotencia ante ésta.
La gran araña del poder teje su tela otra vez sobre nosotros, divisa tranquilamente el jardín de violetas.
¿Hasta cuándo?, ¿cual será la próxima?.
Como dijo Rimbaud: La araña del seto sólo come violetas….

CECILIA LAZO.

Y Cheshire...



...mientras tanto saltaba de tejado en tejado,  habiéndole sido prestada la nube secreta en la que la Alicia equivocada creyó poder viajar un día.....

viernes, 11 de febrero de 2011

Traición


Se absorben todas las casualidades que siendo huecas hincharon a mi útero y lo
                                                                                                            [hicieron explosionar.
Absorbo tu mensaje, y me embiste el sonido.
Y ese serio documento donde todos tus secretos duermen bajo sospechas deja 
                                                                                                            [de importarme.
Lo que en su día ocultó tu pelo húmedo
brilló como cáliz gélido en el firmamento de mi rostro.
Ahora sólo poseo el frío,
sólo él, para decidir posarme o no en el césped artificial.
Lo que en su noche el conocimiento no me mostró
desató en mis pómulos a la tempestad.
Y doblar mi cuerpo ante el silbido servicial que me alertó
no solucionó la mentira en la llegada de tus pies bajo tu alto cuerpo.
Absorbo, ¡bebo!.
Guarnición traicionera de dulces y salados
envueltos en papel de arena que jamás ofreciste a nadie.

Tu cristal manchado


Camina despacito por el alfeizar del tejado nuevo la vieja locura.
Las palabras que ahogadas creyeron morir
suplican hoy con más fuerza que nunca vivir en los oídos de otro.
Camina despacito por mis sienes el pensamiento de convertir mi lengua en un útero.
Nada es fácil aquí en la tierra...,
pero aún he de albergar la esperanza de ese vientre hinchado.
Aún queda la posibilidad de engordar mi lengua para que para.
Camina despacito, entre mis dedos pulula la razón.
Nada es fácil aquí, una vez que llegué a la tierra.
Cuando era un eunuco en el reino de los espejos,
ya temía yo por mi garganta.
Temía que mi garganta fuera extirpada como el buche de un gorrión
y entre los dedos de un gigante morir desangrada.
Caminaba despacito amor y me he caído en el aborto imposible de tu cristal manchado.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Casi invisible


Un punto minúsculo casi invisible,
igual de ruidoso como unas alas de insecto
que vuelan en la noche.
Una pequeña llama flotando en las cavidades del cuerpo
como baila el alcohol dentro de una botella.

Así me siento.

Como un cielo nublado esperando a ser agua
y convertirse en azul.
Un momento tan negro como la flor
que despierta helada de frío.
Un instante perfecto, como un pájaro de ojos entreabiertos.
Una mota de color verde rodando por mi mejilla…
que llorará mañana sin hacerse notar.
Una pequeña bola girando en el pequeño espacio
similar al vuelo de un abejaruco pidiendo agua.
Una diminuta constancia de que algo ocurrió
como las hojas pegadas de un libro que aún no terminó.
Un pequeño instante,
un roce de almas igual al  labio que se posa
¡en otro sumiso labio y sin pronunciar!.
Un juego sutil, un palmear de huesos, una risa a medio hacer.
Un incendio que mana de un bloque de cemento en
un sin dudar.
Un punto luminoso arropado entre aromas de especias
que se multiplican en las barrigas 
de los peces brillantes que duermen.
Un segundo tu sonido, el grito de un alma que al fin se despierta,
igual a la montaña que se le desprende una roca.

Así me siento.

viernes, 4 de febrero de 2011

La Alicia equivocada (1ª parte)


El gato de Cheshire posa en lo alto de su rama desde hace siglos, Alicia, un personaje espontáneo, se ha obsesionado con él. Chesire es sabio, en su mundo mágico lo comparo al Che fumando puros o escribiendo encima de su árbol en horas nocturnas.

Alicia quiere la sonrisa del gato, quiere poder desaparecer como él y aparecer como mejor le plazca, pero no lo consigue, y cada vez que actúa, cada vez que aparece en escena, se parece más al gato, lo intenta compulsivamente sin llegar a conseguirlo del todo.

Alicia en su ignorancia cree que puede sustituirlo en el país de Maravillas, el gato sonríe dulcemente y la deja hacer.Un día aprenderá que no puede ser igual a otro, no puede suplantar, no puede escribir palabras iguales a las de Cheshire por el simple hecho de que es otra alma la que posee.

Alicia teje, está tejiendo su propia tela de araña, nunca encontrará el camino de regreso, sin embargo Cheshire no tiene que encontrar ningún camino, porque el ya sabe el valor real de cada cosa, de cada persona en el mundo mágico.

Firmado Cheshire.

miércoles, 2 de febrero de 2011

El viento


El viento se descalza sus zapatos en mi pelo
y la brisa de esta noche es fresca y hace que mi abrigo baile.
Y en el compás de este viento pareciera que el abrigo
soltara motitas de agua fresca al universo y a todo lo que la noche rodea.
Los zapatitos del viento son de color negro y en la noche brillan.
¡Y eso es todo lo que necesito saber!…

Mi doble par de alas transparentes, la cabeza pequeña, mis ojos periféricos
de libélula encantada…
Eso es todo lo que necesito conservar.

Las gotas de agua que  imagino en mi abrigo, pero que refrescan mi mente.
¡Es todo lo que necesito sentir!…

Ahora. Hoy. En este momento donde el hado y la Luna no encuentran su lugar
en el baile y donde las hadas se desposan y festejan, la vida a solas, en la Vía Láctea.
¡Es todo lo que necesito ver!…

¡Ahí van los zapatos del viento, dándome fuerte en la cabeza y enmarañándome el pelo!.

Vuelve el viento a descalzar sus zapatos viejos en mi pelo
y  sostengo una bolsa transparente, entre mis manos,
llena de motitas verdes.
Las hadas en su picardía me las han regalado,
y yo sonrío mientras una duda
cruza veloz en el filo de mis sienes…
¿Podría una libélula enamorarse de un humano?.

martes, 1 de febrero de 2011

Bastará




Bastará un sonido para que estos ojos
de mirada antigua se abran.
Bastará un par de pestañas,
una línea arrugada en el borde del
párpado inferior.
Unos labios bien dibujados en un rostro infantil.
Un suave viento que transporte el aroma de un mes de agosto.

Bastará…, déjame creer que bastará.

Unas curvas  de montañas ahuevadas con olor a uva.
Una tierra.
Un zumbido.
Un alacrán que pique en la planta del pie
mientras en la sofocante madrugada de tu juventud
vuelvas a subir conmigo el cerro de arena.
Bastará un cuerpo huesudo de mujer.
Una amplia sonrisa, tu piel curtida al sol
iluminada por el color verde de tus ojos.
Bastará un movimiento de cabello.
Un moño blanco y orgulloso años después.
Tus horquillas negras tiradas en la mesita de noche.
Tu cartera negra gritando tu nombre junto al televisor.
Bastará si el viento me huele a agua.
Si las nubes viajan desde según donde y descargan ese agua.
Bastará con el frescor que les has dejado a mis labios por dejar
que besara tu frente.
Bastará con aceptarte en mi alma como la nueva energía que hoy eres.
Bastará con creer que al fin eres libélula.
Con tu doble par de alas… y tu mirada periférica.
Con tu sonrisa de humana
siempre en nuestro corazón.


                                                               A mi abuela.
                                                               15-abril-2010.
                                                               Con el mayor deseo de que vueles alto.