sábado, 26 de marzo de 2011

No es suficiente el recuerdo


Ahora no estoy, y no conoces a mi cuerpo.
No hay
una extensión de él,
ni una extensión del tuyo
que se conecte al mío o viceversa.
He dejado de ser. No existo.
Ya no declamo tu nombre,
ni se extingue tu luz en las aceras de mis sienes.
La luz que en tu pecho osaba brillar se me mostró en la tarde como mía.
Ahora no estoy, y en mi garganta el grito se deshace en tu roca.
No me escuchas…
No me hueles….
No rozas mis labios con tus ojos entreabiertos.
Ni se traga tu imagen a mi reflejo...
Ahora no estoy.
Me siento como si hubiesen preñado a la muerte de preguntas.
Irónica tragedia de un invierno, muerto antes de tiempo, a golpes de frío.
Ahora no estoy, y no es suficiente el recuerdo para sentirme viva.

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